martes, 8 de mayo de 2012

RETO PERSONAL Y PROFESIONAL: REDES SOCIALES


Las redes sociales se han convertido en una de las herramientas telemáticas más utilizadas en la actualidad (Orange, 2011; The cocktail Analysis, 2011,...). Desde hace unos años, la mayoría de los usuarios de internet ha abierto un perfil en una o varias redes sociales, lo mantiene y lo atualiza activamente o los más recientes han reticentes han oído hablar de alguna de estas redes y han recibido más de una invitación de parte de conocidos para participar en éstas. Nosotros, como maestros, no debemos quedar al margen de esta situación y debemos saber cómo funcionan, saber partcipar en ellas y ser capaces de gestionar, publicar y compartir información en estos espacios de relación y reflexión.






COMENTARIOS SOBRE EL VÍDEO


1) ¿Qué diferencia existe entre los estudiantes de antes y los actuales?

Los niños actuales son definidos como “The Now Generation” (“La Generación del ahora”. “Las cosas pasan instantáneamente, esperan respuestas rápidas y gratificaciones inmediatas. Son niños con poca paciencia, debido a que el entorno cambia también rápido, y las nuevas tecnologías evolucionan constantemente. En este sentido, los niños quieren lo que quieren en el mismo instante en que sienten lo que quieren. (Ref: María Costa, directora del Departamento de Pedagogía de AIJU). 

Es evidente que vivimos en la era tecnológica y no sólo afecta a los adultos, también a los más pequeños. Las nuevas tecnologías están al alcance de los niños cada vez a edades más tempranas (juegos de ordenador para bebés, portátiles para niños de todas las edades, móviles,…). Viven rodeados de pantallas. 

En cuanto a la forma de estudio de los niños y jóvenes de antes, se limitaban a tener en un escritorio los apuntes y el libro de la asignatura que se iban a preparar. Actualmente, los niños y jóvenes en su escritorio siempre tienen cerca un ordenador, con ventanas emergentes del Chat, algún videojuego en ejecución y a algunos metros de distancia un televisor echando su serie favorita. Entre todo eso, unos apuntes o cuadernos, con la materia del examen que se avecina. Esto sería una imagen típica del estudiante actual, totalmente diferente a los de generaciones anteriores. Esto se podría enfocar como un ataque a la concentración y a la calidad del estudio, pero es la forma en que estos aprendices del nuevo milenio logran enfocarse. Son multitarea, es más, para realizar procesos óptimos necesitan múltiples estímulos. 

Nuestros jóvenes requieren respuestas rápidas y precisas, no importa la ubicación u otro factor que hace generaciones atrás hubiese sido un impedimento. 

Algunos autores señalan que en las aulas nos encontramos con estudiantes que han crecido con Internet (“nativos”), sienten un alto grado de atracción por todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y con estas satisfacen sus necesidades de entretenimiento, diversión, comunicación, información y, tal vez, también de formación. 

Respecto al ámbito educativo, estos estudiantes están mucho más predispuestos a utilizar tecnologías en actividades de estudio y aprendizaje que lo que las escuelas y procesos educativos les pueden ofrecer. Esta situación puede generar un sentimiento de insatisfacción respecto a las prácticas escolares, creando una distancia cada vez mayor entre estudiantes y profesores en relación a la experiencia educativa. 

Podemos añadir a esto que existen variadas investigaciones que demuestran que los ordenadores proporcionan un medio creativo apropiado para que los estudiantes expresen y demuestren que han adquirido nuevos conocimientos. Los proyectos de colaboración en línea y publicaciones Web también han demostrado ser una manera nueva y emocionante para que profesores comprometan a sus estudiantes en el proceso de aprendizaje. 

De acuerdo con el vídeo, podemos decir pues, que los estudiantes de ahora NO SON MÁS SABIOS que los de antes, pero sí SABEN MÁS COSAS, porque están expuestos a una cantidad de información brutal, y adquieren una capacidad de tener una perspectiva del mundo mucho más amplia. Esto significa que los alumnos están más expuestos a problemas y oportunidades que antes no teníamos.

2) ¿Realmente las nuevas escuelas van a suponer un cambio/mejora en el aprendizaje de nuestros estudiantes?

En mi opinión, la filosofía de las nuevas escuelas es el futuro. El problema es ponerlo en práctica en el sistema educativo actual.

La metodología que defienden las nuevas escuelas es a mí parecer, la más eficiente; de hecho ya se está aplicando en numerosas aulas de EEUU con resultados muy positivos. No obstante, la rigidez de nuestro sistema educativo y la escasez de medios actuales hacen muy difícil que esas nuevas escuelas pueden implantarse en la Educación Pública del corto y medio plazo en España.

A pesar de eso, defiendo mi postura a favor de esas nuevas escuelas. Es necesario que los alumnos aprendan a pensar de forma global, sin separar el conocimiento por asignaturas; verlo todo de una forma interdisciplinar y global. Este enfoque le sirve al alumno para afrontar la vida real, que se presenta como un cúmulo de situaciones y circunstancias, todas ellas interrelacionadas entre sí.

En estas escuelas los alumnos aprenden a reflexionar y opinar sobre un tema propuesto por el profesor; con una mentalidad abierta a las sugerencias del resto de compañeros.

Se da mucha importancia al “Empoderamiento”: los jóvenes de hoy cada vez se sienten más desconectados de la sociedad, debido a la gran brecha que separa a los adultos de las nuevas generaciones. Así mismo, los adultos se sienten amenazados porque los jóvenes les superan en conocimiento. Es por eso, que debemos cerrar esa brecha y potenciar las capacidades de nuestros hijos para que sientan que pueden ocupar un lugar positivo y constructivo en el mundo y que pueden ser unos ciudadanos activos para desarrollar el futuro.

El objetivo de estas nuevas escuelas es fomentar el trabajo en equipo y la solidaridad. Yo pienso que no andan muy equivocados en la forma de intentar conseguir esta meta, ya que este tipo de escuelas fomenta la participación de los alumnos en la sociedad. De esta forma, adquieren un papel activo a la hora de mejorar aquello con lo que no están de acuerdo.

Por otro lado, estas nuevas escuelas supondrían una mejora en el aprendizaje, puesto que estimulan a los alumnos a disfrutar de dicho proceso de aprendizaje. Por el contrario, la escuela clásica, se centra en enseñar a los niños cosas que conducen a “resultados” o “calificaciones académicas”. El Sistema educativo actual se ha diseñado para garantizar que todos los niños consigan los mismos objetivos académicos durante su trayectoria escolar. Y los profesores, viven obsesionados por preparar a los niños en alcanzar esas metas.

No obstante, las nuevas escuelas retoman la esencia de la “educación”, según la cual lo bueno está realmente en la experiencia, en el momento, en la alegría por descubrir algo, en la satisfacción de tener una pregunta y poder buscar una respuesta, y no necesariamente en la propia respuesta. La educación es pues como la vida, que se compara con un viaje, donde lo importante no es llegar a tu destino, sino disfrutar del trayecto. Así se consigue la verdadera felicidad, y el poder disfrutar de lo que vamos aprendiendo, y poder beneficiarnos de los conocimientos y experiencias que vamos adquiriendo.

En contra del sistema educativo actual, podríamos decir que la obsesión por los resultados lleva a una frustración tanto de profesores como de alumnos. Si los alumnos disfrutaran aprendiendo, no habría tanto abandono escolar. Por eso, una de las cosas que defienden las nuevas escuelas es el empleo de las nuevas tecnologías, como herramientas para agilizar los procesos de aprendizaje y conectarlos de forma activa a las emociones que sienten los niños cuando juegan; así disfrutan y aprenden.

3) ¿Qué papel tendríamos como profesores en estos nuevos centros? ¿y cómo tutores?

Estas estrategias de aplicar las nuevas tecnologías de forma trasversal en el aula permiten al alumno desarrollar su inteligencia, siempre “acompañado” (no liderado) del profesor, el cual debe cuidar que todo aquello que se está haciendo, venga a través de ese proyecto pedagógico.

Hemos de mencionar que “la docencia” en sí misma implica una vocación. Una persona decide ser profesor, en su mayoría, porque les “apasiona” hacer algo por los niños o jóvenes. Esta vocación surge de la convicción de que como persona, uno tiene la responsabilidad de hacer algo para cambiar las cosas.

Desgraciadamente, lo que ocurre después es que el sistema educativo está tan reglado y centrado en los resultados específicos, que perdemos la pasión por culpa de la presión, y esto provoca que la pasión no se les transmita a los niños, ni revierta en su experiencia de aprendizaje.

Es vital mantener la pasión de los profesores para que puedan vivir esa vocación, ese deseo de guiar y ayudar a los jóvenes de un modo expansivo.

Si lo logramos, entonces los niños también sentirán esa pasión, y buscarán un perfeccionamiento de sus conocimientos, disfrutando de la investigación y el descubrimiento de nuevas cosas.

El perfil del profesor que requieren estos centros está centrado en aquellos profesores formados en el modelo y estrategias que defienden el aprendizaje de la inteligencia social y emocional, la cual está actualmente fuera de nuestro sistema educativo. Aquí los profesores deben enseñar a los alumnos a descubrir sus propias emociones y a gestionarlas, para poder integrarse con éxito en la sociedad.

El aula es el entorno ideal para que el profesor interactúe con los alumnos, a fin de sacar lo mejor de esas emociones y a encauzarlas en la mejor dirección posible. Por tanto, como tutores en estos nuevos centros, el docente, debe promover en el alumno las siguientes habilidades:

Saber gestionar sus emociones
Pensamiento crítico
Empatía o capacidad de establecer una conexión con los demás
Transferencia del conocimiento
Creatividad
Innovación

Todas estas habilidades pueden trabajarse dentro del aula, siendo de carácter “trasversal”, por lo que nunca podrá convertirse en una asignatura, sino que son habilidades que se trabajan dentro de la dinámica del aula de una manera muy natural, pero que son imprescindibles y críticas.

El profesor debe promover que los alumnos aprendan a autocontrolarse y regularse, ya que esto les permitirá estar más receptivos y tener una mayor capacidad de atención para aprender. Es una buena estrategia para afrontar tanto los retos de la vida como la parte más académica.

4) ¿Crees que realmente el cambio social (en relación a las nuevas tecnologías) se produce en la línea que se propone en el vídeo?

Desde el punto de vista del docente, se plantea una problemática que no podemos pasar por alto, y es el enfrentamiento con nuestro propio sistema educativo. Surgen problemas en el cómo, el qué y el dónde aprenden nuestros niños y jóvenes a relacionarse con Internet. La realidad refleja un bajo porcentaje de estudiantes que aprenden a usar Internet en el colegio, debido a que, a nivel educativo, no tenemos las herramientas ni el control para guiar su avance tecnológico.

Ante este panorama, uno de los principales desafíos a los que se ve enfrentado nuestro sistema educativo es asumir mayor protagonismo en la educación y enseñanza de las nuevas tecnologías, y en la forma en que nuestros estudiantes se enfrentan a ellas. Si queremos educar con tecnologías debemos educar su uso, ya que en la actualidad y de la forma en que se desarrolla la sociedad, no podemos verlas como una herramienta o complemento opcional a lo que pasa en las aulas. De esta forma podremos potenciar a nuestros estudiantes para un uso crítico de las tecnologías que están a su disposición.

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